Colin Currie era un niño de 12 años creciendo en Escocia cuando se encontró por primera vez con la obra maestra minimalista de Steve Reich Música para 18 músicos. La legendaria grabación de Reich, de 1978, fue “uno de los primeros CD que tuve”, recuerda el percusionista Currie. “No podía creerlo cuando escuché la música”, agrega. Tres décadas después, Currie hizo su propia grabación junto al Colin Currie Group, un conjunto cuidadosamente seleccionado que se especializa en la interpretación de la música de Reich. Su entusiasmo por lo que él llama “la genialidad de la pieza” no ha disminuido en absoluto en los años transcurridos desde que la escuchó por primera vez. Grabada en el mítico estudio Abbey Road, “la idea de la belleza en esta música es exactamente lo que buscamos”, afirma recalcando que “nuestro objetivo es que cada sección hable con la máxima emoción”.