En los 80, música celta con actitud punk, The Pogues innovó y captó la atención de miles de seguidores y su eclecticismo llevó a sumar, en algún momento entre sus filas al gran Joe Strummer. Gracias a la voz embriagante de Shane MacGowan y con un estilo inclasificable, único y divertido sus contribuciones musicales inspiraron a bandas como Wired To The Moon o Dropkick Murphys.