La electrónica es el equivalente musical de la ciencia ficción literaria. Gracias a la tecnología más avanzada, se pueden fabricar sonidos inimaginables con un sólo clic y, en manos de grandes productores, crear nuevos mundos sonoros. Algunos de estos son: los ritmos impredecibles del IDM (Intelligent Dance Music), las texturas psicodélicas del ambient, las energéticas melodías del synth-pop y el poderoso EDM (Electronic Dance Music). Estos subgéneros evolucionaron de los primeros días de la electrónica, cuando músicos clásicos experimentaban un sinfín de posibilidades con equipo de audio. Sin embargo, no fue hasta que estos dispositivos se hicieron más populares y accesibles, que la revolución electrónica apareció en la escena mainstream.Desde los 60, han habido muchísimas innovaciones en la electrónica. En los 70, la banda alemana Kraftwerk sentó las bases de la música electrónica con sensaciones hipnóticas, vanguardistas y bailables, utilizando sintetizadores y cajas de ritmos para producirla. Durante los 80, pasado el boom de la época disco, el género se fusionó con el pop, R&B y rock. De esta manera, aparecieron bandas como New Order o Depeche Mode que a exploraban cada vez más las posibilidades musicales de la tecnología. Asimismo, la década vio el surgimiento de las fiestas rave ambientadas con electrónica. Fue en estas fiestas donde comenzó la nueva era electrónica y donde surgió la emblemática figura del DJ. Desde entonces, la revolución del acid-house, el éxito mundial del techno, el desarrollo del IDM y el UK Garage, la aparición de escenas underground en todo el mundo y la conquista de los top charts por DJs como David Guetta o Skrillex, han contribuido a la diversificación de la electrónica. Hoy en día, proyectos como el de Nortec Collective, que combina electrónica con música tradicional mexicana, siguen extendiendo los difusos límites del género.