Ya es un consumado intérprete de la música para piano de su compatriota Edvard Grieg, pero el gran pianista noruego Leif Ove Andsnes se enfrenta aquí a la música de otro gran compositor nórdico: Jean Sibelius. Aunque destacó como violinista, Sibelius dejó un corpus notable de obras para piano, muchas de ellas, a diferencia de su producción sinfónica, muy poco conocidas. Andsnes responde al reto con vehemencia e interpreta esta música con pasión palpable. La encantadora Sonatina n.° 1 y la muy sustanciosa Kyllikki (en tiempos una de las piezas favoritas de Glenn Gould) suenan aquí con enorme convicción.