Murray Perahia llevaba años preparando una nueva edición de las sonatas de Beethoven antes de este álbum. Este es, por tanto, un momento ideal para volver al estudio y grabar dos de las más famosas. La sonata “Claro de luna” (“Moonlight”) suena gloriosa, con un toque magistral y un tono luminoso que evoca tanto la dulce melancolía del desarrollo como el ímpetu del final. Su versión de “Hammerklavier”, una partitura más épica y de gran exigencia física, es igual de brillante. Perahia, que controla su instrumento de forma precisa y ubica cada nota con exactitud cartesiana, alterna sin esfuerzo los pasajes más exuberantes con los que refleja un espíritu soñador. Esta es una grabación verdaderamente excepcional.