Irónico y experimental, el inenarrable remolino que Dylan Brady despliega junto a Laura Les al frente de 100 gecs devora y regurgita dubstep, ska, trap y cualquier otro sonido que encuentre a su paso para configurar un discurso electrónico tan original como excitante. Deseosos de impregnarse de semejante poder, artistas como Charli XCX o Deb Never han puesto tras la consola a Brady con resultados monumentales.