Cuando The Sixteen debutó en 1979, su sonido claro y resonante, con su precisión láser y sus vibrantes mezclas, supuso un contragolpe refrescante a los coros de las salas de conciertos del Reino Unido. Su fundador y director, Harry Christophers, reclutó astutamente a estudiantes de coro de Oxbridge y jóvenes cantantes del circuito de coros profesionales de Londres. Y no tardó mucho en dar su primer concierto en la capilla del Magdalen College de Oxford, donde interpretó música sacra de Mundy, Purcell, Schütz y Pelham Humfrey. Consiguió fans de culto con dos grabaciones de polifonía fluida del Eton Choirbook del siglo XV y una impresionante serie de álbumes para el sello Hyperion. Christophers atrajo naturalmente a quienes apreciaban su genial y eficaz ética de trabajo, así como su capacidad para encontrar cosas nuevas que decir sobre hitos del repertorio coral como el Mesías de Handel (1741), La Pasión según San Juan de J.S. Bach (1724) y las Vísperas de 1610 de Monteverdi. The Sixteen confirmó su estatus como una de las mayores exportaciones culturales de Gran Bretaña con su debut en los Festivales de Salzburgo y Lucerna, así como con sus actuaciones en la Ópera de Sídney, el Musikverein de Viena, el Concertgebouw de Ámsterdam y el Lincoln Center de Nueva York. También ha contribuido a formar a la próxima generación de coristas con innovadores proyectos educativos y una fructífera colaboración con la Fundación Génesis del filántropo John Studzinski. La reputación del coro se ha visto reforzada con lanzamientos en su propio sello Coro y encargos de alto perfil del siglo XXI como Stabat Mater (2015) y la Sinfonía n.º 5 (2020) del compositor escocés James MacMillan.