Klemperer fue asistente de Mahler, además de su amigo y divulgador. En su juventud se interesó por la música contemporánea como ejecutante y también como compositor. En los años 30 asumió la dirección de la Filarmónica de Los Ángeles y entonces se concentró en dominar el repertorio clásico. Fue después de la Segunda Guerra Mundial que alcanzó nuevos aires, impulsado por el empresario musical Walter Legge. Klemperer nos legó maravillosas grabaciones como el ciclo completo de las nueve sinfonías de Beethoven.