El cuarteto masculino nipón no se estaciona en ningún género en particular. Desde su formación en 1993, su apariencia estilizada visita con facilidad el pop tradicional e incorpora el j-reggae con rimas pegajosas de hip-hop y R&B en una mezcla de sonidos inesperados. Tradicionalmente románticos, han entregado al mundo una serie de álbumes numerados que llevan por nombre “Ketsunopolis” donde resalta la ternura de baladas espectaculares, éxitos bailables y muchas sorpresas que podrás apreciar en esta versátil selección.