La llegada de Neil Young a Crosby, Stills & Nash amplió las posibilidades sonoras del hasta entonces trío. Si bien la banda ya contaba con pulcras armonías vocales, fuerza melódica y complejidad compositiva, Young sumó a la ecuación su portentosa guitarra. La suma de estos elementos tuvo un eco profundo en otras importantes bandas de distintas generaciones, como Eagles, The Jayhawks, Grizzly Bear y Fleet Foxes.