Al escuchar la vibrante interpretación de Maria João Pires con Claudio Abbado en la grabación de 2012 del Concierto para piano no. 27 en si bemol mayor (1791) o la intensidad que imprime al Concierto para piano no. 20 en re menor (1785), no es difícil comprender por qué la pianista portuguesa es considerada una de las mejores intérpretes de Mozart. En 1999, se presentó con Riccardo Chailly en Ámsterdam, lo cual culminó en una memorable actuación debido a que en los primeros compases de la orquesta se percató de que había preparado la obra equivocada, pero su virtuosismo le permitió cambiar e incorporarse sin problemas a la pieza. Nacida en Lisboa en 1944, empezó a dar recitales públicos a los cinco años. En el repertorio romántico, Pires estableció un punto de referencia con su grabación de 1996 de los Nocturnos de Chopin ya que sigue siendo una de las mejores al captar su profundidad poética y lirismo fluido. Por otra parte, su versión de 2014 de los Conciertos para piano no. 2 y no. 3 de Beethoven con Daniel Harding abarca toda la gama de la expresión dramática del compositor. Aunque han circulado rumores de su retiro, continúa interpretando el repertorio principal de Beethoven, Mozart y Schubert.