El mundo del country se mostró sorprendido cuando, después de tres álbumes ajustados a los cánones de Nashville, Taylor Swift se pasó oficialmente al pop con Red en 2012. La personalidad de Swift es extraordinaria. A sus 14 años convenció a sus padres de mudarse a la capital del country desde la Pensilvania rural, lo que demuestra que tiene toda la ambición y el talento para superar cualquier obstáculo. Lo más emocionante del ascenso de Swift ha sido ver su evolución melódica. El romanticismo de sus comienzos, capturado en las canciones de Speak Now en 2010, se transformó con el tiempo en instinto pop a la altura de la explosiva producción de Max Martin en 1989, su quinto álbum. Su disco reputation de 2017 puede verse como una obra de teatro majestuosamente construida, con héroes y villanos salidos directamente de las polémicas públicas de Swift. Un espectáculo que puso en el escaparate su álbum más popular hasta la fecha. Sus canciones han derribado las fronteras entre lo íntimo y lo público, con letras que conectan con la vida real sin perder elegancia como lo demuestra en folklore, su álbum de 2020.