Quizás no son muchos los grupos de rock surgidos en este siglo que se hayan determinado a avanzar como Paramore. Pero, para conseguir la potencia de su sexto álbum, el trío de Tennessee tuvo que hacer memoria y recurrir al mismo sentimiento de urgencia que lo definió en sus inicios, cuando apenas eran adolescentes tocando pop punk en el Warped Tour. “Creo que por eso fue un disco complicado de hacer”, explica la cantante Hayley Williams a Apple Music acerca de This Is Why. “¿Cómo lo consigues sin dar un giro de 180 grados?”. Fue tras el lanzamiento de After Laughter (2017), un disco alocado de pop, cuando el guitarrista Taylor York manifestó que “tenía ganas de rock”. Si a eso le agregamos una combinación de pandemia global, agitación social, clima apocalíptico y guerra, se tiene lo que parece un escenario perfecto (o una buena razón) para crear música punzante. “Encontrar una forma inteligente de hacer algo agresivo no radica solamente en incrementar la distorsión”, comenta York. “Ahí es donde tuvimos mucha tensión, al intentar evaluar en conjunto qué habíamos conseguido y si los tres podíamos sustentarlo y sentirnos representados. En ciertos momentos fue difícil, pero cuando lo escuchamos al final, dijimos: ‘Genial’”. En resumidas cuentas, This Is Why resulta ser un racimo de canciones de post-punk rebeldes para disfrutar (y a menudo, bailar), con la influencia de artistas que revivieron el género a principios de la década del 2000, como Yeah Yeah Yeahs, Bloc Party, The Rapture, Franz Ferdinand y Hot Hot Heat. A lo largo del álbum, Williams nos deja entrever lo que ha sido la vida en años recientes, desde sentimientos de ansiedad (el tema que titula el álbum) hasta indignación (“The News”) o impotencia (“C’est Comme Ça”). “Tuve que gritar bastante en este disco. Y eso me daba miedo, porque había estado tratando mi voz con delicadeza y de pronto tenía que destrozarla”, nos dice Williams. “El primer día que terminamos en el estudio, lo escuchamos y no nos reconocimos. Suena como todo lo que nos gusta y como nada que hayamos hecho antes. Para mí, esa es una gran señal, porque no hay nada en el camino que te señale a dónde ir. Simplemente avanzas sobre la marcha. Rumbo al abismo”.