Considerado por muchos como el sucesor natural de la estirpe de Parker, Coltrane y Ornette Coleman, el jazz de Steve Coleman combina incontenibles solos de saxo con funk de espíritu libre y ajeno a la simetría convencional. Black Science tiene un marcado carácter experimental, especialmente en las improvisaciones de cada instrumento, pero el bajo de Reggie Washington y la batería de Marvin Smith tejen potentes ritmos que mantienen los pies en la tierra durante las excursiones intergalácticas de Coleman.