Mucho antes de conquistar al gran público con las canciones de Little Voice, Sara Bareilles puso a prueba su voz y su talento sobre los escenarios de todo tipo de escenarios y auditorios. Esa experiencia sobre las tablas se traduce a día de hoy en el rotundo aplomo con el que traslada al directo cortes como “Brave” o “Gravity” y en la íntima conexión que logra establecer con la audiencia, rendida a sus pies casi desde el primer instante en el que posa las manos sobre su inseparable piano.