Lily Allen es una de las primeras artistas en haber utilizado internet como trampolín para saltar a la fama. Debutó en 2006 y su música sorprendió por sus conexiones con el reggae, el soul y el espíritu de los soundsystem jamaiquinos en versión radial. Con su segundo álbum decidió explorar un costado más oscuro, electrónico y demostró su versatilidad como intérprete. Luego de algunos años sabáticos, volvió al ruedo en 2014, con un tercer álbum que la confirma como una de las voces más originales, carismáticas y graciosas del pop británico. Aquí, con sus mejores canciones.