Incluso quienes no hayan visto Réquiem por un sueño reconocerán “Lux Aeterna”, el cuarteto de cuerda presente en toda la película de Darren Aronofsky con una inquietante pero hipnótica melodía. Sampleada con frecuencia, esta pieza destila muchas de las virtudes de Clint Mansell, antigua luminaria del rock industrial británico en Pop Will Eat Itself y uno de los compositores más singulares del cine actual. Su colaboración con Aronofsky es esencial en películas como El luchador, inimaginable sin el tema central con la guitarra de Slash en primer plano, y llega hasta hoy. Más allá, Mansell ha escrito la música de la fábula espacial Moon, la fascinante aproximación a Van Gogh, Loving Vincent, y la aterradora In the Earth.