La fascinación de Brahms por la música popular alemana tuvo una gran influencia en su obra. Compuso más de 200 canciones y se convirtió en uno de los compositores de lieder más prolíficos del siglo XIX. Además de su repertorio vocal, entre sus trabajos menos conocidos se encuentran el Canto del triunfo y el “Preludio y fuga en la menor” para órgano.