Siempre vinculado al sonido dixieland, Al Hirt fue profeta en su tierra. Nacido en Nueva Orleans en 1922, el trompetista nunca dejó de abrazar el swing y el dixieland con el que se crió y maduró musicalmente. Pero también logró colarse en las listas de ventas con su faceta más comercial y cercana al jazz pop, que le permitió abrirse a un público más amplio en los 60. Virtuoso, instrumentista enamorado de la música popular, Hirt aplicó su técnica prodigiosa a una discografía para todos los públicos.