Armados con un arsenal de viejas computadoras Atari y otros artilugios de la prehistoria digital, el productor Ethan Kath y la cantante Alice Glass grabaron esta ruidosa colección de electrónica que se mueve entre el synth-pop de baja fidelidad y una melancolía crepuscular. El disco recopila sus primeros sencillos, demos y canciones de distinta procedencia, pero suena sorprendentemente coherente. Y cuando los canadienses combinan la agresividad del nuevo electro con los efectos vintage en “Alice Practice”, el efecto es altamente vigorizante.