Tofu

Tofu

“Cuando empecé a trabajar en este disco, desde el principio me impuse algo así como una restricción creativa”, le cuenta a Apple Music el cantautor sonorense Caloncho al analizar los diez temas que componen su álbum Tofu. “Quisimos incorporar la menor cantidad de elementos posibles”, explica. “Que todo fuera más sencillo en esta grabación; que tuviera una identidad simple y novedosa”. El resultado es un material que vibra de principio a fin con un dulce minimalismo, acentuado por arreglos elegantes y canciones que coquetean con formatos como la bachata (“Superdeli”), el reggae (“Figuras en nubes”) e incluso un synth-pop inocente y soleado (“Fresh”). Desde su casa en México, Óscar Alfonso Castro habló con Apple Music sobre los secretos de su proceso creativo, algunos de sus discos favoritos y una próxima gira que es la más ambiciosa de su carrera hasta ahora. Tus canciones tienen una inmediatez notable, como si fueras un amigo que está sentado con una guitarra y cuenta historias. ¿Es algo consciente, o ese estilo surge naturalmente? Soy bastante obsesivo con la intención de no pasar por la vereda habitual de los temas que escucho por la radio, o que son virales en TikTok. Afortunadamente, en algún punto me di cuenta de que la canción popular me daba la oportunidad de abordar el amor desde una perspectiva menos fatalista. Estoy seguro de que eso viene del reggae. De hecho, soy muy fan del reggae; de adolescente me obsesioné con Bob Marley y recientemente releí su biografía. Es un género fundamental, y me parece muy atractiva esa parte conversacional que tiene. “Superdeli” es una bachata modernista, pero con sintes que están al borde de la psicodelia. ¿Cómo surgió ese contraste tan interesante? El chiste de abordar un género tan digno y hermoso como la bachata es no apropiarse de su identidad, no ser purista, y darle un toque más afín a lo que pedía el proyecto. Me encantan esos destellitos de psicodelia, porque me permiten ser periférico al pop. Y afortunadamente, tengo un amigo que es pianista y sabe mucho de armonía: Pepe Portilla, mi colega coproductor con el que chambeamos el álbum. Él tocó esos sintes en “Superdeli”. “De día bien” es un tema que por momentos parece una canción de jazz. ¿Cómo fue su creación? La verdad es que son acordes relativamente simples, pero bien ejecutados. Curiosamente, ese track lo grabamos en vivo. Es decir, nos reunimos y Pepe tocó el piano mientras yo cantaba, todo con las luces apagadas y un par de mezcales. Así logramos esa sensación de despecho e introspección. Tu álbum Bálsamo de 2017 fue un gran éxito en términos comerciales. ¿Te sientes presionado a emularlo, o repetirlo? De entrada, me parece que mi relación con la industria de la música es un caso atípico. Estos 10 años de carrera me han dado perspectiva. Al principio, no fui del todo consciente de que no era normal sacar canciones y conseguir una audiencia inmediatamente, ser nominado a los Latin GRAMMY y presentarme en festivales. Me acostumbré rápido a todo eso. Hoy lo veo tan extraordinario, como un capítulo juvenil de mi vida, algo bonito e irresponsable. Por otro lado, mi tercer disco, uno que se llama Malvadisco, pasó desapercibido, entre comillas. Siento que he estado aprendiendo en el camino, y cada vez más agradezco esta realidad excepcional en la que puedo hacer canciones y dedicarme a esto. Soy más atento con esa responsabilidad. Si tuvieras que mencionar algunos discos que te marcaron como creador de canciones, ¿cuáles elegirías? Hay dos discos que se llaman Legend; uno es de John Lennon, y el otro de Bob Marley. Son dos artistas que escucho desde adolescente y me parecen fascinantes. En una búsqueda más contemporánea, y es gracioso porque siempre me gusta la música de gente que ya está muerta, me enamoré de una banda que se llama Sublime y resume mi identidad. Yo tenía unos 13 años, patinaba todos los días y estaba obsesionado con la cultura del skate de los 2000. Sublime fue increíble para mí. Les encantaba Bob Marley, como a mí, pero también les gustaba Madness y cosas del punk, y además usaban palabras en español. Su discografía me la sé de arriba para abajo, y la única banda que me sacó de todo eso fue Vampire Weekend. Otro material que me impactó a nivel sonoro fue Here Comes The Cowboy de Mac DeMarco. Lo grabó en su casa, en un ambiente supercontrolado, con sonidos ambientales y pajaritos. Ese álbum siento que es un lindo lugar para quedarse a dormir.

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