La combinación de evocadoras improvisaciones de jazz con la polifonía renacentista es una idea que parece sencilla (y obvia con la perspectiva del tiempo), pero nadie la hizo realidad hasta que Manfred Eicher de ECM concibió este proyecto. Reunió a sus colaboradores habituales, The Hilliard Ensemble, con el saxofonista de jazz Jan Garbarek en un ambiente acústico maravillosamente receptivo, el monasterio de Propstei St Gerold en Austria, y dejó que la magia siguiera su curso. El “Parce Mihi Domine” de Morales aparece y reaparece a lo largo de todo el álbum para anclar esta fusión embriagadora de lo antiguo y lo moderno.