Un buen licor debe reunir diversas características para convertirse en una bebida de categoría; sin embargo, ninguna de ellas es tan importante como el tiempo mismo. Nadie puede acelerarlo. Nadie puede detenerlo. La paciencia es esencial y, en el caso de Erick Alemán Ramírez, mejor conocido como Alemán, la espera está rindiendo frutos. Después de Huracán, el cuarto disco del rapero de Los Cabos, ahora viene la calma. Haciéndolo Fino es el nombre del nuevo capítulo en su saga discográfica, una entrega que muestra a Alemaniaco en una faceta poco común de su imaginario: la de un hombre que se sienta en una barra a tomar una bebida mientras analiza los últimos 10 años de su vida. Y justo esa bebida, el elixir de los dioses, es la que conecta y le da sentido al concepto de un álbum que equipara las cualidades del propio licor con su vida misma: “CALIDAD”, “ELEMENTOS” Y “MADUREZ”, los tres ingredientes que lo han llevado a la cima y que destaca a través de tres interludios narrados por la voz grave de Sebastián Llapur. “La dicha de saborear el éxito”, como dice el propio narrador.A diferencia de sus trabajos pasados, en Haciéndolo Fino Alemán no parece estar interesado en cumplir ambiciones personales: perseguir sonidos, alcanzar colaboraciones, llegar a las masas. Esos objetivos ya están tachados de su lista, así que ahora ha decidido centrarse en lo que sabe hacer mejor: barras. El álbum circula entre sus terrenos habituales, el hip-hop y trap, pero desde dimensiones instrumentales más ricas que muestran su versatilidad para montarse en cualquier batería. Las colaboraciones funcionan de la misma forma, como elementos orgánicos de una orquestación más grande, pues aunque se apunten nombres como Larry June, también aparecen emergencias musicalmente más exquisitas como Blue Rojo o Silvanozo. Todos estos elementos dejan claro que para llegar al elixir de los dioses, era necesario tiempo.