Una grabación dedicada enteramente a la música de piano de César Franck no es algo que se escuche todos los días y menos, de la mano de un intérprete tan afín como Lugansky. El álbum incluye las tres obras tripartitas, un formato que fascinaba a Franck, entre ellas la famosa Preludio, coral y fuga (Prélude, Choral et Fugue). Lugansky toca con irrefrenable fantasía en un Steinway fabulosamente acondicionado y su amor por esta música es evidente en cada compás. El Preludio, aria y final (Prélude, Aria et Final), la última de las obras para piano del compositor, tiene un aire casi lisztiano que el pianista ilumina con elegancia.