Este experimentado jazzista americano, de la misma cepa que Miles Davis, ha llevado todas las ideas rebeldes y poco convencionales que distinguen al género, hacia la cuadratura y rigor que propone la música clásica. Desde los años 70, su talento no solo se vertió sobre su piano amaestrado, sino también hacia la composición de simples sonatas y espectaculares orquestaciones, como presume Jarett: Brigde of Light (1993). Su repertorio recorre con gracia desde el sonido barroco de Bach hasta la complejidad postromántica de Shostakovich, en esta exquisita selección de temas clásicos.