Tal y como el propio Shawn Mendes cuenta, el mejor consejo para lidiar con los nervios antes de subir al escenario se lo dio la que en ese momento era su compañera de gira, Taylor Swift: “Sólo recuerda que todo el mundo está aquí para divertirse”. ¿Diversión? Sí, por supuesto, pero también estaban allí para ver a Mendes en acción, compartir sus sentimientos y desnudar su alma. “Al escribir algo supersincero sobre gente que te importa y cosas por las que has pasado, lo último que quieres es revivir experiencias desagradables”, le aseguró Mendes a Apple Music en una entrevista previa al lanzamiento de su álbum homónimo en 2018. “Sin embargo, ese es el tipo de música que más llega y conecta con la gente”. Y ahí radica precisamente el problema. Suave y enternecedor, íntegro y sin intenciones ocultas, Mendes es uno de los pocos artistas que han logrado ganarse un público tanto entre los fans adolescentes del pop como entre los adultos amantes de la música contemporánea, mezclando la seriedad de los cantautores con la ligereza del R&B y la música de baile e ignorando cualquier tendencia.Nacido en los suburbios de Toronto en agosto de 1998, Mendes dio el salto de los covers a los temas propios y empezó a forjar su carrera siguiendo los pasos de artistas como John Mayer o Ed Sheeran. Un par de años después lanzó su primer álbum, Handwritten, cuyo éxito fue tan enorme como inmediato. En 2016 llegó Illuminate, seguido en 2018 por Shawn Mendes, álbum que marcó la transición hacia temas más adultos como la ansiedad o la sexualidad sin perder el brillo y la honestidad que tan atractivo lo hicieron en un primer momento. “En este mundo no hay nada más difícil que levantarse cada mañana y decirte a ti mismo ‘Hoy voy a ser yo mismo, sin importar cuán grande sea una canción como “Stitches”’, le comentó a Apple Music haciendo referencia a su exitoso sencillo de 2015. “La mejor forma de hacerlo es ignorarlo y dar un paso adelante hacia lo que tú crees que suena increíble. Eso es todo lo que puedes hacer”.