Sarah Chen ya era una estrella absoluta antes de que el mandopop traspasara las fronteras asiáticas. Protagonista de una carrera longeva y llena de éxitos, la cantante taiwanesa brilló con luz propia entre finales de los 70 y principios de los 90, su época de máximo esplendor. Con su pop de perfil tradicional y una voz llena de matices y delicadeza que aún hoy emociona y estremece, Chen ha puesto voz y rostro a una de las discografías más influyentes y relevantes del pop mandarín. Aquí tienes un resumen imprescindible.