A lo largo de su vida, Rachmaninoff fue un célebre pianista y compositor que produjo una extensa obra musical, incluyendo cuatro conciertos. Afortunadamente, existen muchas grabaciones que dan testimonio de la sensibilidad y técnica impecable que demostró. Más allá del piano, contaba con un oído prodigioso para las sonoridades orquestales y corales. Sus piezas más valiosas incluyen tres sinfonías, entre las que se destaca el clásico moderno No. 2.