A lo largo de treinta años como director musical de los Tri-City Singers de Carolina del Norte, Donald Lawrence se ha convertido en una de las figuras esenciales del góspel contemporáneo. Su visión de los himnos de culto combina el respeto por pioneros como The Soul Stirrers o Walter Hawkins con acercamientos al R&B contemporáneo y ritmos bailables. Cantante, compositor y productor, Lawrence ha definido la música negra de raíz religiosa con la misma fidelidad al género y profundidad espiritual que las grandes voces que le sirvieron de modelo e inspiración.