Belle and Sebastian sorprendió a todos en 1996 con dos discos casi simultáneos diseñados por una pequeña orquesta pop, acústica y entrañable. Sin embargo, pronto el grupo escocés comenzó a explorar con más sonidos, con arreglos de cámara, vientos, guitarras distorsionadas, teclados y todo tipo de referencias a los años 60. A través de 9 álbumes e infinidad de sencillos, su música no ha hecho más que agigantarse, pasando de la melancolía sensible de sus inicios al optimismo indie de los últimos años. Con varias plumas inspiradas en sus filas, el grupo no deja de aspirar a la canción perfecta.