Con una cadenciosa mezcla de reggae, rock ochentero y ritmos latinos, Maná trascendió la escena musical de México para convertirse en una de las bandas latinas más reconocidas y celebradas del mundo. Si bien es cierto que estaban en el lugar y momento adecuado, también demostraron una gran capacidad creativa. El cuarteto de Guadalajara, originalmente llamado Sombrero Verde, y liderado por Fher Olvera, comenzó su escalada en la industria musical en 1987. Un momento clave en el que los sellos discográficos buscaban capitalizar con la etiqueta de rock en español. Con su álbum de 1992 ¿Dónde Jugarán los Niños?, la banda se convirtió en uno de los pilares del rock pop en México. Sin embargo, para finales de los 90, dejaron claro que eran algo más que una moda pasajera de la década. En 1999, con el sencillo “Corazón Espinado” en colaboración con Carlos Santana, y el icónico álbum MTV Unplugged: Maná (Live) demostraron un cambio de dirección musical que desafiaba los límites del momento. Esta cualidad ecléctica se convirtió en el sello personal de la banda, resonando con fuerza en las décadas posteriores. Esto se hizo más evidente en 2015, con el trabajo musical Cama Incendiada, en el que incorporaron ritmos como cumbia, merengue, bachata y otros sonidos tropicales.