La música de Braxton es a menudo clasificada como free jazz, pero se mueve en un espectro que ningún género ni forma es capaz de contener. Esta grabación, en compañía del bajista Dave Holland, el trompetista Kenny Wheeler y el baterista Jerome Cooper, captura al saxofonista en una de sus sesiones más accesibles. Cerebrales y precisas, las composiciones de Braxton siguen una lógica interna no siempre predecible por las expectativas del oyente, pero el viaje que propone es una aventura apasionante.