“No veo la música como una película, la veo más como un parque de diversiones”, cuenta Mora a Apple Music. “Voy por ahí viendo, probando cosas, simplemente explorando sonidos y cosas nuevas”. Lo anterior no parece ser mentira viniendo de un artista que recurrentemente ha elevado el estado de la música en español: Gabriel Mora Quintero. El boricua es una de las cartas más buscadas en la región cuando de escribir, producir o cantar se trata, cumpliendo con cada uno de esos oficios apuntando hacia el único lugar que parece importarle de manera continua: el futuro. “La idea es que un año después de que mis discos salgan se sigan escuchando frescos, que no se escuchen como que ya pasó el tiempo”. Así, en su corta carrera se ha encargado ya de crear clásicos instantáneos del reggaetón contemporáneo como Primer Día de Clases y MICRODOSIS, discografía que tras un capítulo de experimentación en PARAÍSO ahora se completa con ESTRELLA. “Realmente cuando empecé a trabajar el disco ni quería hacer un disco”, dice el originario de Bayamón sobre un material que concentra sus cualidades técnicas para crear el balance perfecto entre el Mora que conocemos y el Mora que seguirá sonando, abordando ritmos como el drum n’ bass o el jersey club. Así, redondea una entrega que presentará en un tour a lo largo y ancho del planeta y que apunta a alcanzar niveles intergalácticos. Platicamos con el talentoso artista boricua sobre ESTRELLA para conocer más detalles del álbum. En “AYER Y HOY”, la canción que cierra tu disco, dices “la jersey de Ohtani, nadie quiere batear” y esto llama la atención porque Shohei Ohtani es una representación actual de la dualidad del humano, como el yin y el yang. En tu caso, también pareces ser una figura con diversas dicotomías: cantante y productor, reggaetón y trap, y mucho más. ¿Cómo ha sido desarrollarte constantemente desde dos frentes paralelos? Sí, de hecho, esa canción se llamaba “OHTANI” justo por eso y decidí cambiarle el nombre. Pero sí, cuando yo empecé a hacer música realmente ni pensaba en eso, realmente lo veía más todo como hacer algo por diversión y por pasar el tiempo. Ahora mismo es bien diferente porque ya pasó de ser un pasatiempo a ser mi vida entera, así que realmente es cool mirar hacia atrás y darme cuenta de que todo fue natural. Empecé a hacer dos cosas dentro del mismo género, producir y cantar a la vez, y nunca me incliné hacia una u otra. Obviamente, cuando empecé a cantar no tuve que dejar de lado la producción, pero he tenido que darle un espacio porque cantar viene con muchas más cosas incluidas que sólo ser productor, estar en mi casa y hacer un par de pistas de vez en cuando. Verlo ahora todo se siente bien, todavía disfruto las dos. ¿En qué momento de la vida estaba Mora mientras trabajaba en ESTRELLA? Cuando empecé a trabajar el disco, ni quería hacer un disco. En mi cabeza, y en la cabeza de todo el mundo que trabajaba conmigo, creo que no pensábamos que íbamos a sacar un disco nuevo este año. Simplemente empecé a hacer música y como venía ya de PARAÍSO, de un mundo un poco más electrónico, sentía que ya había cubierto todas las bases. Este también fue un disco que hice sin presión, aunque obviamente la hubo porque lo terminé durante una gira y los tiempos no daban. No fue como los otros discos porque tuve mucho tiempo libre para darle cabeza y eso. Me refiero a que lo hice no buscando algo, sino que sólo empecé a hacer música, empecé a darme cuenta de que había cosas diferentes que no había hecho antes. Se empezaron a acumular y ya cuando tenía seis, siete canciones, ya no había vuelta atrás. No iba a dejar todas esas canciones por fuera y empezar a sacarlas así. Yo soy una persona que hace mucha música, así que eventualmente muchas canciones de las que estaba haciendo… sabía que, si no salían en un álbum, se iban a quedar por fuera y las iba a meter en una gaveta. Tienes un catálogo breve, pero bastante sólido, con dos de los discos más enteros del reggaetón en años recientes, Primer Día de Clases y MICRODOSIS, así como un disco innovador desde su crossover con la electrónica, PARAÍSO, así que debes ser muy perfeccionista cuando se trata de crear un álbum. ¿Cómo es ese proceso de soltar un disco y dejarlo ir? El disco tiene 15 canciones, pero realmente yo en todo este tiempo hice fácil 40 o 50 canciones. No es que las hagas y ya, hay más cosas detrás. La gente piensa que es así, como que grabas una canción, grabas tres, cinco, y cuando llegas a diez pues ya tienes un disco. Y realmente no es así. Yo empiezo haciendo música, mucha música, y voy separando. De cada cinco canciones que hago, tomo dos y las voy moviendo por un lado y les voy dando cariño. Después cuando empiezo a darle forma al álbum como tal, pues vuelvo y regrabo alguna de las canciones, las trabajo mucho. Realmente soy extremadamente perfeccionista con mi música. Y no es fácil. Tu voz ha cambiado mucho, tu manera de llevar los fraseos y de crear coros es muy distinta a tus inicios. ¿Cómo ha sido ese trabajo vocal? Pienso que, de Primer Día de Clases hasta ahora, mi voz ha cambiado muchísimo. Obviamente es por la práctica también, cuando yo hice ese disco no tenía ni 300 temas de práctica. Hoy en día ya puedo tener fácil más de 1200 temas hechos. A la vez tienes que competir contigo mismo y también con el sonido que está saliendo, no te puedes quedar fuera de órbita. Yo trato siempre de combinar eso, lo que soy y lo que me distingue con ese sonido que está sucediendo, y el sonido que también yo veo es lo que va a suceder en un par de años, adelantarme un poquito a lo que está pasando. Trato de sacar cosas que innoven o cambien un poco la escena actual. La idea es que un año después de que mis discos salgan, se sigan escuchando frescos, que no se escuchen como que ya pasó el tiempo. Si entendiéramos la música latinoamericana como una película, ¿qué rol crees que estás interpretando en ella? No veo la música como una película, la veo más como un parque de diversiones. Yo voy por ahí viendo, probando cosas, ver qué es lo que me gusta y simplemente explorando sonidos y cosas nuevas. Obviamente también con una responsabilidad, sabiendo que tengo muchos ojos encima y oídos también, que están esperando a ver qué es lo que yo voy a sacar para ver a dónde se va a mover la ola. Pero realmente soy una persona que va por ahí, simplemente viviendo su vida de forma tranquila y disfrutando de la música. Gracias a Dios ha funcionado eso, la gente no sabe qué esperar de mí.