Este álbum marca el debut de la nueva formación del legendario Juilliard String Quartet, con Areta Zhulla como primer violín. Los tres grandes compositores del programa permiten al cuarteto demostrar su maestría por caminos tan diversos como placenteros. En su segundo Cuarteto “Rasumovsky”, de 1808, Beethoven levanta la vista a lo sublime bajo un manto de oscuridad, aquí exquisitamente detallada con el punto justo de urgencia. El Cuarteto de cuerda n.º 3 (String Quartet No. 3 ) de 1927 de Bartók nos lleva a un mundo de misterio, que la agrupación captura en toda su intensa belleza. Por último, el Cuarteto “American” (1893) de Dvořák cierra el álbum con contagiosa energía rítmica.